El 16 de septiembre del año 1995, ante la necesidad de tanta gente que estaba viviendo en la calle fue fundado el servicio del Comedor.
Hoy en día se asiste en el comedor a personas que reciben el desayuno, almuerzan, tienen acceso a la higiene personal con duchas para ellos. En su mayoría ellos no tienen domicilio estable y mínimas posibilidades de conseguir trabajo. Tienen también una muy baja autoestima, lazos familiares destruidos y ya han perdido el sentido de pertenencia social.
Los pobres necesitan qué les mostremos en pequeños gestos la ternura y cercanía de Dios a través de una sonrisa y una escucha atenta para ayudarles a superar la soledad y la indiferencia de una sociedad que los ha dejado de lado.
Agradecemos a todas las personas que durante estos 27 años hacen posible la obra del Comedor: a los sacerdotes que con su presencia y servicio cuidaron y sanaron el dolor del alma, a las Hermanas que pasaron mostrando el rostro misericordioso de Cristo, a las diferentes instituciones educativas y sanitarias que nos ayudan con sus aportes, a los bienhechores voluntarios y vecinos que con su generosidad durante el tiempo de crisis vivido por la pandemia nos apoyaron en esta situación que nos tocó vivir, a Caritas de la Parroquia del Santísimo redentor con quienes hacemos este Servicio juntos.