“Insto a mis hijas que no dejen jamás de usar mucha paciencia, dulzura y caridad con todos, en particular con los pobres enfermos menesterosos, ancianos y niños abandonados, que son miembros predilectos del cuerpo místico de Cristo.” – Madre Camila
Madre Camila tenía una gran experiencia acerca del dolor y el sufrimiento humano. Su corazón generoso la hizo volar en ayuda de los necesitados, dándose a ella misma, sin límites. Hoy nosotras, herederas de esta misión, buscamos vivir de la misma manera estando presentes en Colegios, Guarderías, Hogares de niños, Hogares de Ancianos, Hogar de Madres, Hospitales, Centros de Espiritualidad, Comedores, Misiones.