Aquí encontró la clave de su vida, encontró su “tesoro”: Transformarse en Cristo Pobre. Dirá: “soy pobre en Cristo, con Cristo y por Cristo”.
Vivir la pobreza es para ella, emprender un camino en el que no basta ser pobres materialmente, sino que, teniendo como modelo a San José, hay que seguir ciegamente a Cristo en su vida de Pobreza: “pobres, deseando hacerse verdaderas pobres para imitar al humilde carpintero y seguir ciegamente la pobreza evangélica de nuestro Divino Redentor”. (C. 7/10/1907)