Dentro del marco del Jubileo de la Esperanza, unos 9 jóvenes de Argentina, y otros 18 de la comunidad de Estados Unidos, fueron a Roma acompañados por algunas de las hermanas para vivir un jubileo como una gran familia Josefina.

Algunos se animaron a compartirnos un poco de lo que fueron esos días:
Testimonio de Sabrina:
Vivir el Jubileo de los Jóvenes como familia josefina fue una gracia enorme. Lo que más me marcó fue ver la vida de tantas personas que llegaron a la santidad, un ejemplo de vida y esperanza.
Durante el viaje me quedó grabada una palabra: “deseo”, porque todo lo que vivía lo sentía como deseos de Jesús que se volvían también míos.
Me llevo muchísima esperanza al ver a tantos jóvenes del mundo que apuestan por el amor de Dios y hoy estoy convencida de que este es el camino: con Jesús o nada. Descubriendo una Iglesia joven, viva y llena de fe.


Testimonio de Camila:
Poder vivir el Jubileo de Jóvenes, siendo joven, ha sido un regalazo.
En 1 semana en Roma, no dejé de sorprenderme por lo grande que es Dios y la Iglesia, tener consciencia de la importancia de SER Iglesia, dejarme abrazar y transformar para convertirme. Me siento su Hija Amada.Fuimos más de 1 millón de jóvenes rezando junto al Santo Padre. Cada uno en su propio idioma, con su bandera, pero todos viviendo en comunión, sintiendonos en casa, en familia, caminando con el corazón encendido.
Han sido días de conversión, de esperanza, de sueños. Estar tan cerca de tantos santos me inspiró a reconfirmar que el Cielo es mi meta. Ojalá en el volver a casa podamos seguir derramando toda la sal y luz que habita hoy en nuestro corazón, y que podamos seguir siendo signo de esperanza!





