Muñiz, 1 de enero de 2020.
Queridas Josefinas y Josefinos todos:
«Les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». (Lc 2, 10-12)
El mundo está sediento de Dios, el hombre está sediento de felicidad, del sentido de la vida. Los corazones están necesitados de paz… Los momentos vividos de tantas personas están escasos de profundidad, de la serenidad del que se reclina con confianza en el corazón del Padre, esa seguridad que se hunde en lo infinito y allí, haya descanso. Cada hombre, cada mujer, cada persona de este mundo busca y todos buscamos esa vida plena, pero a quienes se nos ha anunciado la Buena Nueva de la Salvación que es Jesús, el Mesías, el Señor, nos toca llevarla y contarla en todas las direcciones.
¡Josefinas y Josefinos en salida! Que van permanentemente a Jesús, que llevan a Jesús a los demás, que encuentran a Jesús en cada rostro, en cada hermano/a, que atraen a todos hacia Jesús. Josefinos y Josefinas en salida, de corazón grande y generoso que tienen grandes deseos de llevar las almas a Dios, porque como dice Madre Camila: “Por amor a mi Dios, iría peregrinando hasta el fin del mundo”.
Gracias, queridas Hermanas, gracias queridos Josefinos todos, por estar en salida en la misión cotidiana, renovando desde el Sagrario, desde el corazón de Cristo, el amor que dan.
Gracias por estar mirando, caminando y siendo parte también de los que están clamando, con mayores necesidades de toda clase.
Gracias también por estar compartiendo y donándose allí, donde aún el Reino de Dios no es conocido.
Gracias por intensificar la misión en muchos lugares, abriendo nuevas brechas para que el Amor de Dios sea derramado en muchos corazones y la gracia cultive verdaderos hijos amados del Padre.
Al Señor le gusta hacer maravillas con nuestra pequeñez y pobreza, por eso, contando con ella y con los dones que cada uno ha recibido y tiene para dar, aprovechando el regalo de cada momento, que este Nuevo Año 2020, podamos entregarnos más y más al Amor “Jesús” y a hacerlo amar por todos.
Que la paz de Dios reine en sus corazones.
Feliz Año nuevo 2020!!
Hna. Raquel.