Hoy te compartimos una experiencia hermosa.
Del 18 al 22 de mayo, voluntarios del Comedor Madre Camila, de CABA, estuvieron de misión en Concordia.
Fueron acogidos por la Comunidad Josefina de «Casa Madre Camila» 
y desde allí partían para visitar las familias y todas las actividades de la misión. 
Te compartimos 
un pedacito del testimonio de un misionero: «El desafío, era intentar ver la realidad con la mirada de Dios. Cada entrada a una casa era motivo de alegría y de agradecimiento que nos permitía palpar con la escucha, con las charlas, con las sonrisas, con las lágrimas, el tesoro más preciado de Jesús, que es: el corazón de cada uno de esos rostros con los que nos fuimos encontrando.» 
Demos gracias a Dios por esta misión y por lo que Él obró y sigue obrando en cada corazón. 
