Del 25 de enero al 6 de febrero tuvo lugar la Misión Josefina en Bánica (Rep. Dominicana, frontera con Haití) bajo el lema que acompaña este año a toda la familia Josefina “Vivamos Nazaret”.
Realmente fueron días en Nazaret, cuidándonos y sosteniéndonos entre nosotros como grupo, acompañando la vida sencilla y humilde de las familias, profundizando en el contacto con Jesús a través de la oración…
Como en Nazaret, los misioneros hemos trabajado acompañando en lo ordinario de la vida cotidiana a la gente de los campos más alejados, buscamos agua en el río, les ayudamos a lavar la ropa y ¡hasta hicimos una mudanza!
Han quedado grabado en nuestros corazones experiencias muy fuertes como ser testigos del abandono de siete niños en su propia casa, la impotencia de ver a Carlitos un joven gravemente enfermo en su cama sin poder acudir a servicios de salud, pero también momentos de mucho gozo, como los quince Bautismos en Pilón, la sonrisa de Chicha quien nos regaló los dos zapallos de su cosecha por haberle ofrecido un vaso de agua fresca, las risas de los niños al ver al mago del grupo, los abrazos y las innumerables muestras de cariño de tantas personas que recordaremos por siempre.
También se vivió el ambiente de Nazaret en el compartir casi diario las comidas con los jóvenes de Bánica, con familias y con los sacerdotes que desarrollan con gran caridad su ministerio en este precioso lugar.
Damos gracias al Padre por ser tan bueno y providente dándonos a cada uno lo que más necesitamos. Y agradecemos también a cada una de las personas que desde distintos lugares fueron parte de esta misión apoyándonos y sosteniéndonos con su oración.