Santa Pobreza Evangélica
Nuestro Carisma es la Santa Pobreza Evangélica.
“No se preocupen diciendo: ¿qué comeremos o con qué nos cubriremos? Los que no conocen al Padre se preocupan. El Padre sabe que tienen necesidad de estas cosas. Busquen primero el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas les serán añadidas”. (Mt 6, 31– 33)
Cristo es el Hijo cuya única preocupación es hacer la Voluntad del Padre, dejando abandonada en sus Manos Paternales todo otro cuidado. Cristo Pobre, confía y se abandona en la Providencia del Padre.
Vivir la pobreza, para una Hermana Josefina no es sólo ser pobre materialmente, sino que, teniendo como modelo a San José, está llamada a seguir a Cristo en su vida de pobreza.


El Padre nos “sabe”, nos conoce y nos ama infinitamente. Sabernos y sentirnos sus hijas, nos lleva a reconocerlo como Dueño de todo y a vivir en una actitud de alabanza, gratitud y gozo por su Ternura y Misericordia.
Nuestra respuesta a esta elección de amor, es la vida entera, entregada en donación total, con la mirada puesta en Cristo Pobre escondido en las almas.
Encontramos nuestro camino de santidad, dejándonos formar como hijas en el Hijo, con una actitud de confianza y abandono en Manos del Padre, para ser transformada por Él, en Cristo Pobre.
